Proponer medidas de prevención y gestión para reducir la infección por Helicobacter pylori en el ser humano, principal bacteria causante de cáncer gástrico. Este es el objetivo principal del proyecto “HELICOFOOD”, que busca desarrollar técnicas moleculares que mejoren el control de la calidad microbiológica del agua y de los alimentos, y a su vez, detecten la bacteria en aguas potables, de riego y vegetales.

El proyecto, que tiene una duración de 3 años, forma parte de la convocatoria del programa “RETOS INVESTIGACIÓN” del Ministerio de Economía y Competitividad, y se encuentra coordinado por el Grupo de Microbiología del Agua y Química del IIAMA-UPV y el departamento de Biotecnología de la UPV. También colaboran en el estudio, la Fundación FISABIO de la Conselleria de Sanitat, el Hospital General de Valencia y el Hospital Peset.

Aunque se admite que el H. Pylori puede transmitirse por vía fecal-oral, existe muy poca información sobre el papel de agua y alimentos contaminados en la adquisición de la infección

La hipótesis de partida del proyecto es que la presencia de este microorganismo en el ser humano es muy alta, alrededor del 60 o 65% de las personas contiene esta bacteria, si bien no se suele desarrollar la infección. Sin embargo, no se conoce el mecanismo que activa dicho contagio y por ello, se quiere observar qué relación tiene la presencia de esa bacteria en dichas aguas y su incidencia en los seres humanos.

Aunque se admite que el Helicobacter pylori puede transmitirse por vía fecal-oral, existe muy poca información sobre el papel de agua y alimentos contaminados en la adquisición de la infección. Por este motivo, se van a analizar los principales tipos de alimentos que pueden estar contaminados por estos patógenos y las fuentes potenciales de contaminación fecal, especialmente en agua residual.

En este sentido, Yolanda Moreno investigadora principal por parte del IIAMA, indica que para realizar una evaluación de riesgos en alimentos y aguas, “hace falta disponer de métodos capaces de cuantificar de forma fiable los niveles de contaminación por células viables, que son las únicas con potencial infectivo”.

Por ello, explica que uno de los objetivos del estudio, es aumentar el conocimiento sobre el riesgo que tiene este microorganismo para el consumidor “mediante el desarrollo de metodologías y técnicas moleculares de última generación”.

Colaboración con hospitales
En estos momentos, se están recogiendo muestras de agua procedentes de fuentes públicas y se están comparando con las muestras clínicas de pacientes infectados, para determinar si existe relación entre dichas muestras y los individuos infectados por el Helicobacter pylori, tal y como explica Yolanda Moreno.

En estos momentos, se están recogiendo muestras de agua procedentes de fuentes públicas y se están comparando con las muestras clínicas de pacientes infectados

“Ahora estamos trabajando con el Hospital Peset, en un estudio ciego con la Unidad de Pediatría, donde tenemos a 100 pacientes que pueden estar infectados por dicho microorganismo. Desde el centro médico nos mandan muestras y nosotros las procesamos con las técnicas de secuenciación desarrolladas”, señala la investigadora del IIAMA.

De hecho, se espera que los resultados del proyecto permitan obtener conclusiones epidemiológicas que ayuden a reducir la incidencia en la población, colaborando en la adopción de medidas preventivas por parte de los responsables de la Seguridad Alimentaria.

¿Qué es H. pylori?
El H.pylori es una bacteria productora de gastritis, úlcera péptica y relacionada directamente con el cáncer gástrico, que supone la tercera causa mundial de muerte por cáncer. Aunque se admite que se puede transmitir por vía fecal, y se ha detectado en heces de pacientes, agua de bebida y vegetales, la bacteria se ha podido cultivar de estas muestras muy pocas veces. Esto impide evaluar el riesgo real que su consumo tiene en la incidencia de la infección, a la vez que impide establecer políticas preventivas eficaces.