Iñaki Casals es responsable de I+D+i de Hidraqua.

¿Por qué es necesario un PERTE autonómico en "Agua y Medio Ambiente"?

Compatibilizar la recuperación económica post-pandemia con una transición ecológica digital, inclusiva y ecológica, precisa de un impulso decidido por medio de proyectos tractores coordinados que abarquen toda la cadena de valor del agua y el medio ambiente. En el caso de la Comunitat Valenciana, además, confluyen todos los retos de la escasez y los excesos debidos a los extremos climáticos con una actividad económica floreciente, precisamente por un clima que favorece la productividad de la agricultura y el turismo.

En este sentido, la colaboración público-privada en el ámbito del agua y el medio ambiente es clave para poder llevar a cabo proyectos que, por sus características, requieren de la participación activa de un número significativo de empresas, administraciones y centros tecnológicos. Estos actores pueden aportar el impulso, la innovación y la capacidad tractora propios de los PERTES, que se requieren para afrontar algunos de los retos a los que se enfrente nuestra región.

El déficit hídrico, el impacto del cambio climático y la sostenibilidad de los recursos en nuestra Comunidad precisan de soluciones innovadoras, que a la vez estén apoyadas en la experiencia. Por otra parte, un elemento clave en estas soluciones será el impulso de iniciativas de economía circular, en las que deben participar todas las entidades integrantes de la cadena de valor. De nuevo, la figura del PERTE es la que mejor puede recoger estas necesidades.

Finalmente, es preciso recordar que algunos de los sectores productivos más importantes de la Comunitat Valenciana como la agricultura y el turismo, tienen fuerte dependencia de la sostenibilidad de los recursos hídricos y deben estar implicados en el diseño de estas soluciones.

¿Qué líneas prioritarias de actuación deberían abordarse?

Se debe abordar la transformación digital de la gestión territorial de los recursos hídricos para que tenga lugar un sistema de incentivos que promueva la sostenibilidad y productividad, y permita medir objetivamente y aprovechar las soluciones basadas en la naturaleza y los servicios ecosistémicos. De hecho, es necesario tener en cuenta una visión de conjunto, transparente e interactiva del impacto de las decisiones individuales y colectivas en el estado ambiental de las masas de agua, la calidad del aire y la calidad de vida de la ciudadanía.

Por ello, las líneas prioritarias deben estar asociadas a la sostenibilidad medioambiental, social y económica, teniendo muy presente los retos que plantea el cambio climático en términos de recursos hídricos y aparición de eventos extremos. Asimismo, el impulso de la reutilización del agua en la agricultura y otros sectores productivos, la preservación de la calidad del agua mediante soluciones innovadoras y la universalización de soluciones basadas en la naturaleza serían aspectos clave de la estrategia a plantear.

Además, la conversión en recursos de los residuos generados en las plantas de tratamiento tiene un enorme potencial que debe potenciarse en nuestra comunidad. Resulta también de interés abordar la relación entre agua y energía, y los proyectos de restauración medioambiental con implicaciones para el ciclo hídrico.

Finalmente, debemos apoyar estas iniciativas con el desarrollo de herramientas de soporte a la decisión que nos permitan analizar las necesidades y elegir las mejores soluciones en términos de coste-impacto.

¿Cuál es el valor añadido de la Comunitat Valenciana en materia de agua en relación al resto de autonomías?

La Comunitat Valenciana es pionera en materia de investigación, innovación y aplicación del conocimiento más avanzado al afrontamiento de los retos del cambio climático y el cambio global utilizando la tecnología y la digitalización como facilitadores. Por ejemplo, somos la autonomía con un mayor grado de reutilización de los recursos hídricos, y tiene ante sí la oportunidad de ser el territorio que mejor afronte los extremos climáticos con soluciones basadas en la naturaleza, como los parques inundables, que promueven los servicios de la infraestructura verde y el bienestar socioeconómico y ambiental de la población.

El valor añadido de la Comunidad Valenciana surge de la confluencia de la necesidad que hemos descrito anteriormente, con el alto nivel de conocimiento desarrollado en nuestras empresas, centros tecnológicos, universidades, administraciones y también en el sector agrario.

De hecho, coinciden grupos de investigación punteros y entidades de referencia tales como el IIAMA, AINIA o IUACA, con grandes empresas innovadoras y una creciente actividad de startups. En nuestra región se han desarrollado un elevado número de proyectos apoyados con fondos europeos (H2020, LIFE, UIA…), nacionales y regionales: es de la mayor importancia aprovechar la ocasión que se nos ofrece amortizar esa inversión de tiempo y recursos.

Para ello, debemos evolucionar desde la I+D, la experimentación y los proyectos a escala piloto hasta la innovación aplicada a escala real, con especial impacto significativo en medio ambiente, economía y sociedad. En definitiva, en la Comunidad Valenciana tenemos todo lo necesario para convertirse en una referencia internacional en la gestión del ciclo del agua.