La resiliencia urbana requiere de una constante revisión y actualización de la situación de las ciudades y coordinación con los gestores de las infraestructuras
Los desastres naturales han afectado durante la última época a más de 220 millones de personas

Dinapsis es el primer centro de innovación vinculado a la gestión sostenible del agua y el territorio, puesto en marcha por Hidraqua y Suez en Benidorm. En total, está compuesto por tres espacios o áreas de trabajo: el “Hub” Operativo, con capacidad de gestionar en tiempo real los servicios y activos del ciclo integral del agua gestionados por Hidraqua; el Lab de Innovación, un espacio abierto y colaborativo donde investigar nuevas necesidades a ser cubiertas y cómo resolverlas; y el escaparate tecnológico, un espejo donde proyectar todas estas iniciativas.

Dentro del Lab de Innovación, una de las líneas en las que se ha trabajo es en el desarrollo de planes de resiliencia urbana, un nuevo enfoque vinculado a los conceptos dinámicos de desarrollo y de crecimiento urbano que va más allá de la gestión de emergencias.

El desarrollo de estos planes busca prepararse, ser proactivos, analizar cómo hacer frente a las posibles crisis antes de que lleguen, identificando los riesgos y medidas correctivas, evaluando distintos escenarios y los fallos en cadena. En definitiva, trabajar para reunir a todos los actores necesarios y coordinarlos.

Cuando ocurre algún desastre es el momento en el cuál las ciudades descubren que son vulnerables y que necesitan mejorar su capacidad de anticipación, adaptación y reacción

Los desastres naturales han afectado durante la última época a más de 220 millones de personas, causando un daño económico anual de 100 millones de dólares. Tal es así que el número de personas que han sufrido las consecuencias de los desastres naturales desde 1992 se estima en unos 4.4 billones (lo que equivale a un 70 % de la población mundial).

Desgraciadamente, a pesar de estas cifras, la toma de conciencia sobre la necesidad de trabajar en este concepto suele ir precedida de alguna crisis que tenga un impacto económico, ambiental, legal o social que afecte al conjunto de la ciudadanía. En estos momentos de incertidumbre es cuando las ciudades descubren que son vulnerables y que necesitan mejorar su capacidad de anticipación, adaptación y reacción.

La resiliencia urbana

La resiliencia urbana requiere de una constante revisión y actualización de la situación de las ciudades, la coordinación entre los gestores de infraestructuras urbanas, e implantar metodologías y acciones para aumentar la resiliencia frente a episodios de crisis de cualquier tipo. Así, esta labor permite avanzar en el conocimiento y consolida la toma de decisiones informada y eficaz, optimizando las inversiones para reducir los riesgos y mejorar la vida de todas las personas.

El proyecto que se está desarrollando en Benidorm busca implantar un centro de gestión en tiempo real de resiliencia urbana para el municipio

En concreto, el proyecto de resiliencia que se está desarrollando en la ciudad de Benidorm tiene como objetivo final la implantación de un centro de gestión en tiempo real de resiliencia urbana para el municipio, integrado en Dinapsis Operation Lab. La implantación de dicho centro de gestión en tiempo real permitirá la coordinación territorial de los servicios e infraestructuras de Benidorm desde un punto de vista resiliente, permitiendo al municipio asegurar la continuidad de los mismos en situaciones desestabilizantes, así como optimizar su gestión en el día a día.

En estos momentos ya se ha concluido la fase de diagnosis del proyecto, en la que se han validado las interdependencias entre servicios definidas por los expertos locales. Asimismo, esta fase ha permitido favorecer la transferencia de conocimiento entre los distintos actores urbanos que participan en el estudio a través del trabajo realizado en las mesas de resiliencia urbana, tratando y analizando el comportamiento de los sistemas o servicios urbanos frente a impactos de distinta índole.

La resiliencia no es un concepto nuevo ni ‘moderno’, si no que nace de la inquietud del individuo por identificar los numerosos factores que ayudan a las personas a sobreponerse ante la adversidad y dificultades que se presentan en sus vidas.

Cinco riesgos de categoría ambiental se han posicionado por encima del promedio en términos de probabilidad e impacto para un horizonte de los próximos 10 años

En el Informe Global del Riesgos 2018 del Foro Económico Mundial se describe como los riesgos ambientales han crecido en importancia en los últimos años. Esta tendencia continúa en este año y los cinco riesgos de la categoría ambiental se han posicionado por encima del promedio en términos de probabilidad e impacto para un horizonte de los próximos 10 años.

Además, aunque las ciudades han evolucionado adaptándose a sus adversidades frente a desastres naturales, los impactos causados por los humanos, como los conflictos y los desastres tecnológicos o guerras, recalcan la necesidad de un enfoque holístico que nos permita un manejo de riesgos equilibrado e integrado.

En definitiva, se trata de entender el pasado para planificar y afrontar los desafíos de las ciudades del futuro con garantías y la mente puesta en la resiliencia urbana.