Desde la última ocasión, en julio, en la duodécima edición del Foro de la Economía del Agua, mucho ha ocurrido y sin embargo poco ha cambiado: seguimos inmersos en la pandemia global de la COVID-19 y sintiendo ya de pleno las consecuencias sociales y económicas de la misma.
No todo es negativo, en sentido alguno. Pese a la falta de mecanismos efectivos de coordinación internacional, la debilidad de la gobernanza mundial y el sesgo nacional (cuando no local) de las respuestas frente a la pandemia, hay campos en los que se ha observado una tendencia a las respuestas supranacionales: esfuerzos concertados para la búsqueda de una vacuna eficaz y segura y las respuestas, en forma de inéditos esfuerzos fiscales, para la recuperación económica de la crisis.