Victoria Rodríguez Santamarta es estudiante del Máster en “Máster en Mejora Genética Vegetal” y ha disfrutado de la beca de formación de la Cátedra de Cambio Climático para desarrollar la investigación: “Estudios genéticos y genómicos para la mejora de albaricoque y su adaptabilidad al cambio climático”, dirigida por la profesora del Departamento de Biotecnología, María de la O Plazas Ávila.

Victoria se decantó por cursar estudios relacionados con la biotecnología porque siempre se ha sentido atraída por el mundo de la investigación, especialmente en el campo de la genética. Por ello, durante la carrera se especializó en biotecnología vegetal, ya que le pareció muy relevante “abordar los desafíos del cambio climático en el campo de la agricultura y el forestal”.

• ¿Cuáles han sido los objetivos principales de la investigación desarrollada?

Conocer de primera mano el desarrollo de un programa de mejora de un árbol frutal, más concretamente el albaricoque, así como la aplicación de aproximaciones genómicas para hacer frente a los retos que presenta el cambio climático en este ámbito de investigación.

• ¿Qué trabajo has realizado?

Durante el periodo de mis prácticas he participado en distintas actividades:

1- En el fenotipado de poblaciones segregantes de albaricoquero, donde pude evaluar caracteres como fecha de maduración, cantidad de fruta, tamaño, color, grados brix y firmeza. Dichos valores se analizaron estadísticamente para evaluar los distintos árboles y poder identificar individuos de interés.

2- En el genotipado de alta resolución de dichas poblaciones:

  • Recogida de tejido de hoja para la extracción de ADN de los individuos de las distintas poblaciones segregantes.
  • Realización de dicha extracción mediante distintos protocolos, así como la optimización de los mismos.
  • Comprobación de la cantidad y calidad del ADN extraído mediante NanoDrop, Qubit y preparación de geles de electroforesis.
  • Preparación y envío de las muestras para la secuenciación del genoma completo (actualmente en proceso).

3- Búsqueda de regiones del genoma involucradas para selección asistida. Se han preparado los datos para identificar aquellas poblaciones que muestran variación para algunos de los caracteres fenotipados y que se combinarán más adelante con los datos genómicos para la identificación de regiones/genes de interés.

Además, he asistido a reuniones de grupo y seminarios en los que he aprendido sobre los proyectos en los que están involucrados investigadores en el área de mejora de frutales.

“En el trabajo se obtuvieron datos para identificar aquellas poblaciones que muestran variación para algunos de los caracteres fenotipados”

• ¿Cuáles han sido los principales resultados y conclusiones alcanzadas?

Se obtuvieron datos para identificar aquellas poblaciones que muestran variación para algunos de los caracteres fenotipados, y que se combinarán más adelante con los datos genómicos para la identificación de regiones/genes de interés para la adaptación y resistencia del albaricoquero al cambio climático

• Personalmente, ¿qué has aprendido con la realización de la beca de prácticas?

He adquirido un gran conjunto de conocimientos y competencias, tanto en el ámbito de trabajo en el laboratorio como en la recogida de muestras en el campo. Todo ello, me ha permitido aplicar la teoría recibida durante la carrera y el máster.

“Los frutales de hueso tienen necesidades de frío invernal para poder asegurar una cosecha adecuada”

Además, he aprendido otros intangibles como trabajar en equipo, enfrentarme a la resolución de problemas o la planificación del tiempo de trabajo. Por otro lado, he aprendido el manejo de algunos programas informáticos muy útiles en el ámbito de la biotecnología.

Agradezco el haber tenido esta oportunidad porque la teoría por sí sola no puede compararse con la comprensión y habilidades adquiridas en el contexto real de trabajo.

• ¿Cómo contribuye tu trabajo a mejorar nuestra adaptación al cambio climático?

La adaptación de los árboles frutales al cambio climático es fundamental para asegurar la viabilidad de estos cultivos. Los frutales de hueso tienen necesidades de frío invernal para poder asegurar una cosecha adecuada.

Por ello, en nuestra región es necesario desarrollar variedades que cada vez tengan menos necesidades de frío, dado que cada vez tenemos clima más cálido. Para el desarrollo de variedades se realizan cruzamientos entre dos parentales con características de interés y luego se selecciona la descendencia más interesante.

“El fenotipado en campo sigue siendo en la actualidad imprescindible y es el cuello de botella para la identificación de genes de interés”

En el caso del programa de mejora de albaricoque del IVIA, se inició hace unos 30 años cruzando variedades norteamericanas que eran resistentes al virus de la sharka con otras variedades valencianas que estaban adaptadas a nuestra región. La intención era introducir la resistencia en los nuevos materiales, pero con los cruces también se introducen otros caracteres que pueden no ser de tanto interés, como las altas necesidades de frío de esas variedades norteamericanas.

Para la selección de la descendencia más interesante es cada vez más importante poder aplicar técnicas genómicas, que permitan identificar los individuos más prometedores sin tener que esperar años para ver la fruta que producen.

Sin embargo, el fenotipado en campo sigue siendo en la actualidad imprescindible y es el cuello de botella para la identificación de genes de interés, porque es lo más costoso en tiempo y personal. Yo he colaborado fundamentalmente en este punto con mi trabajo.

“Las nuevas técnicas de edición genética desempeñarán un papel fundamental en la mitigación de los impactos del cambio climático”

• Por último, ¿qué medidas se deberían articular para ayudar a mitigar el cambio climático en tu ámbito de estudio?

Desde mi punto de vista, considero que las nuevas técnicas de edición genética desempeñarán un papel fundamental en la mitigación de los impactos del cambio climático. Estas herramientas permitirán la obtención de plantas con características como mayor resistencia a la sequía y una menor dependencia de fertilizantes en menos tiempo en comparación con los métodos convencionales.

Sin embargo, para ello es imprescindible que exista mayor financiación y una apuesta clara por la investigación y el desarrollo. Es fundamental la ciencia básica (identificación de genes y sus funciones) para poder realizar ciencia aplicada (desarrollo de variedades).